lunes, 17 de diciembre de 2012

Ángel de la Guarda

Tentativamente me acerco al blog.

Han pasado muchas cosas, como por ejemplo: el mar ya no está. Ni tampoco la ventana, ni las aves, ni las estrellas, ni la luna, ni las olas, ni las nubes. Todo ha desaparecido. Puff, ya, se acabó.
Todo pasa.

El ángel rompió el silencio que se había instalado. Fue él, yo no tenía nada que decir.

Desde que apareció supe que era un ángel, son inconfundibles, ya he tratado con ángeles antes. Tocó el timbre de mi puerta y cuando llegué empujando mi caminadora, lo vi que era un ángel. Iba todo de blanco, como corresponde, camisa manga larga, pantalón, zapatos de tenis y calcetines. Muy alto, rubio, corte militar y ojos grises amarillentos con fondo violeta; el propio ángel.

Como decíamos, él rompió el silencio, desde su llegada no habíamos cruzado una sola palabra. Yo llegué a la puerta empujando mi caminadora, lo vi, y lo aprecié correctamente a través de la reja. Hice un gesto con la mano que significaba: "no tengo llave", él respondió con la mirada: "no importa", la reja se abrió milagrosamente y el ángel entró.
- Tenemos una ventaja psicológica muy grande por ser la única especie que comenzó su desarrollo intelectual impulsada casi solamente por necesidades espirituales, trascendentales, metafísicas digamos.- Eso dijo el ángel cuando rompió  el silencio, añadió: - Lo sé porque yo estuve allí.-
- ¿Tenemos?- pregunté.
- Los ángeles somos humanos. ¿Ves? No tengo alas.
-¿Quien eres ángel?- pregunté.
- Soy y siempre he sido tu ángel de la guarda.
- Pues eres una mierda.
-Si supieras la cantidad de demonios que no he dejado pasar- me dijo.
-¡Coño, la cantidad que si pasaron!-exclamé-Todavía andan por ahí.
 El silencio se instaló nuevamente entre nosotros.

 De repente se me revolvió el alma. No se si fue su actitud silenciosa o la cara que ponía mirando fijo a la pared vacía, quizá mi ángel de la guarda siempre fue atrasado, eso lo explicaría todo.
 -¿Donde estabas en mi niñez cuando me arrebataron mi autoestima? ¿Espantando demonios, distraído? ¿No sabes que los demonios se disfrazan del, o de la, que menos piensas?
 El ángel bajó la cabeza y hundió la cara entre las manos. pensé que iba a llorar. Entonces levantó la cara y se puso muy serio.
 -No pensé en eso, es mi culpa.
 -No, es culpa del demonio, y mía, mi vida siempre será mi responsabilidad. Lo tuyo es solo una omisión imperdonable.

 -De todas formas no vine por eso; para tratar viejos asuntos familiares, vine enviado por los Arcángeles.
 - Travestis. Siempre con la espada en la mano. Conozco a uno personalmente. ¿Que pasa? ¿El apocalipsis otra vez? Eso ya no vende, pasó de moda.
 -¿Si? Pues aprieten ese ...

Luego el ángel habló de nuevo.
 -Lo se porque estuve allí. Yo los vi llegar, durante milenios, milenios, ateridos de frío, cubiertos, si acaso, con piles crudas. Cazando animales pequeños, o carroña, recogiendo lo que encontraran silvestre. Los vi llegar durante milenios en pequeños grupos. Algunos sin fuego, otros con. Algunos con gruñidos, otros con palabras. Todos con miedo. Estaba ocurriendo el mayor acontecimiento cósmico desde el mismo momento de la creación de nuestro universo, en todos sus tiempos y todos sus espacios. Eran una especie con una conciencia de si misma orientada espiritualmente sin precedentes, con un sentimiento de orfandad tremendo. Se estaba cumpliendo el propósito de la creación.
-Creo que exageras-, intervine yo.
Él parecía haber entrado en trance contemplando su recuerdos, continuó:
-Los vi llegar,  unidos por el deseo común de buscar lo trascendente, empujar piedras enormes, a veces generaciones cada piedra, arrancarlas de una cantera y tallarlas con sangre, sudor e ingenio, y colocarlas en su posición, para que todas juntas se hicieran sagradas, para nada más. Estaban creando a lo creador. Este es el propósito de la creación: vida que hiciera eso. Se hizo por milenios a ese nivel, pero de hecho todavía no ha terminado -, el ángel suspiro profundo, aguardó un segundo, y continuó: - Una especie viva en el universo estaba dando el paso gigante de tomar conciencia de si mismos y del universo donde viven impulsados, no por la imperiosa necesidad de sobrevivir, no, impulsados por la imperiosa necesidad de explicar la vida y la muerte, su máxima preocupación era lo que trasciende la vida, lo que trasciende también al universo mismo. Inventar templos, lugares sagrados, cementerios, antes que buscar comida, antes de cultivar. Este acontecimiento emitió ondas de choque espirituales por todo el universo, por todos sus tiempos y todos sus espacios. Y no exagero.
 -Bueno. ¿Que tiene eso que ver conmigo?, ¿A que viene en este momento?
 -Los arcángeles, que son mi instancia superior a la que tengo acceso, dicen que sin la especie humana que tiene conciencia espiritual del universo, éste dejará de existir; la situación ha escalado de un asunto planetario a una crisis universal. Se debe gerenciar el apocalipsis para evitar la extinción de la especie humana, conservando una élite superior, o el universo dejará de existir, es un asunto cuántico.
 -¿Yo que tengo que ver con eso?
 -¡Coño tu eres el Profeta!

 -Tienes la cara bien dura de venir a pedirme favores cósmicos después de tus "omisiones" en la guarda de mi estúpida inocencia infantil. La existencia o no del universo, para decirlo claramente, me sabe a mierda. Me debes muchas cosas-. Casi se me salieron las lágrimas cuando logré decir esto.
 -No puedo cambiar lo que pasó-, dijo el ángel -, pero te ofrezco algo a cambio que a lo mejor puede interesarte -. La forma como dijo esto me causó escalofríos. - Puedo cambiar tus recuerdos, es fácil, todas esas cosas que te atormentan sencillamente desaparecerán de tu memoria y serán sustituidas por nuevas que tú mismo escojas, y asunto terminado. Luego tú resuelves el engorroso asunto del apocalipsis según se requiere y todos contentos. Tú aliviado al fin, los arcángeles felices de que les hayamos sacado la pata del barro, y el universo sigue existiendo tan orondo. Es una oferta que supongo no puedes rechazar.
-Eres una rata angelical -, le dije sin disimular mi asco - eres peor que tus jefes.
-No exageres.- Dijo con sarcasmo y añadió -cuando conoces la teoría cuántica ya no la puedes olvidar nunca.


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