martes, 5 de julio de 2011

LA APOTEOSIS DEL PROFETA (SERIE POR ENTREGAS) No 3

Maat se hizo presente en las habitaciones del Profeta. Pero se hizo presente en apariencia de diosa en ejercicio, llevando en la mano el Anj, cruz de la vida, símbolo de inmortalidad; en la cabeza la pluma de avestruz símbolo de la verdad y un cetro usa (que en realidad nadie sabe para que sirve). De resto iba muy recatada, con un vestido hasta los tobillos de algodón rojo color real. Además lucía el semblante inescrutable e inmutable de los dioses y los reyes-dioses.
Vino acompañada de un chacal negro de mirada de fuego.
Después de una mutua inclinación de cabeza, la diosa se sentó, muy recta, con los símbolos de su jerarquía bien a la vista. El chacal se echó a sus pies y posó su cabeza sobre uno de ellos.
-Maat, has cambiado mucho.-
Silencio, luego.
-Como se encuentra Su Serenísima Excelencia.¿Puedo saludarla?¿Donde está?-
-En la piscina.-
-¿Hay piscina?-
-Aquí hay de todo.-
El chacal gruñó.
Después de este intercambio, Maat tardó unos segundos en recuperar su compostura divina.
-¿Para que me has llamado Profeta?-
“Antes era “Mi Profeta”. Pensó El Profeta.
-Pues mira tu que no lo sé, todo pasa muy rápido por aquí. Apocalipsis, viaje a la Luna, etc. estoy algo confundido. Dame un segundo para relajarme, seguro que terminará siendo para algo muy importante que te he hecho venir.-
El Profeta se sentó en su poltrona preferida con gran satisfacción. “Con razón me eligieron Profeta: no me sorprendo de nada”.
Dando tres palmadas en la rodilla derecha dijo:
-Anubis ven, Anubis ven aquí.-
El chacal levantó la cabeza y la mirada flamígera, confundido y sorprendido, miró a la diosa como buscando explicación.
-Ven, Anubis, ven.- Ahora con voz más fuerte -Ven aquí, señalando el suelo frente a él-
El dios chacal, ¿o era lobo?, tomó su propia decisión: obedeció al Profeta. Esto fue un gran paso en la consolidación de la autoridad suprema del Profeta. El chacal se levantó y vino con paso lento y digno y se sentó donde le señalaban.
-Buen chico, muy bien,- dijo El Profeta, mientras le acariciaba bajo la mandíbula, haciendo que levantara la cabeza y se sintiera orgulloso. El chacal entendió bien, se creó un lazo entre ambos. Maat observaba embelesada.
-Tengo una misión para ti, Anubis.- El chacal lo miró a los ojos y paró las orejas con interés.
-Tu Maat, pon atención.-
En ese preciso momento entró Su Serenísima Excelencia envuelta en una toalla.
-¿Interrumpo algo?-
-No, quédate para que seas testigo, solo escucha y calla, sé que es difícil pero trata.-
-¿Y ese perro?-
-No es un perro, ¡calla!-
Anubis no se dio por aludido, Maat sudaba frío.
-Saludos, Su Serenísima.- Dijo Maat.
Su Serenísima no se dio por aludida.
-Señor Anubis, el Señor Apolo espera afuera, por favor búsquelo y hágalo entrar.-
El chacal, que ya se salivaba, fue con un rápido trote y salió, abriendo la puerta con una orden mental.
Apolo entró, saludando a los presentes con el debido protocolo, un poco nervioso por quien lo había ido a buscar. El Profeta no perdió tiempo:

-El coro superior de mis Ángeles Humanos ha saltado por sobre mi cabeza. Se han apropiado facultades que no tienen, decidieron sin consulta enviarme a la Luna en pleno Apocalipsis. Yo considero que su objetivo era disminuir mi autoridad y entorpecer la ejecución de mis obligaciones.
Es una falta imperdonable, equivale a traición, abusando de mi confianza Es un golpe de estado.-
El chacal emitió un gruñido sordo que helaba la sangre.
-Apolo, reúne a quinientos de tus mejores Ángeles y atrapa a esta banda de tres, los ahora llamados Tertuliano, Mitzrael y Hades, enciérralos en una cárcel oscura e incomunicada por los siglos de los siglos, hasta mi plena satisfacción.- Apolo palideció. -Llevarás contigo al Señor Anubis en calidad de testigo y válido mío.-
Maat intentó protestar, pero las palabras se negaron a salir de sus labios, permaneció, sin querer, con la boca abierta.
-Señores por favor, voy a ducharme y cambiarme de esta toalla mojada.- Dijo Su Serenísima Excelencia.
Maat y El Profeta quedaron solos por un momento. -Diosa, tengo al Arcángel adentro, pero no te tengo a ti adentro.-
-Ya lo creo que no.-
-Me refiero a que los recuerdos y las vivencias de ustedes dos pueden no ser iguales.-
-Ya lo creo que no.-
-Quiero dejar bien claro, que a pesar del avasallador rejuvenecimiento que me ha infligido Artemisa y sus leches, con la consiguiente secreción, ya olvidada, de toda clase de hormonas, no soy un enfermo sexual ni violador de diosas, por más buenas que estén.-
-Tomaré eso como un cumplido.-
-Además, si Su Serenísima sale del baño y no le gusta lo que ve, es capaz de amputarme un órgano muy necesario.-
-Osiris no permitiría cosa tan horrible.- Dijo Maat
-¿Osiris y cuantos más?- Dijo Su Serenísima al salir del baño donde se había cambiado.
-Es como decir que si me cortas algo, Isis me lo volvería a pegar.- Explicó El Profeta.
-¿Quien es Isis?-
-La que se lo va a pegar.- Dijo Maat, ya molesta, sentada muy derecha y con los símbolos de su divinidad prestos para cualquier eventualidad.
-Por favor, tengo más o menos seis mil millones de muertos, la élite de la sabiduría humana en unos refugios en La Antártida que no se de que están hechos, tengo que dictar la nueva moral y cosmogonía, controlar una insubordinación; y ustedes discuten quien me va a pegar otra vez la polla después que me la corten.-
-Nadie.- Dijo Su Serenísima Excelencia.
-¡Basta!-
El silencio que siguió no era a causa de la molestia del Profeta, tanto como de que ambas comprendieron lo ridículo de la situación, lo patético.
-¿Que quieres saber?.- Preguntó Maat.
-Quiero los secretos herméticos.-
-Los Vigilantes y los dioses no son extraterrestres, son humanos más avanzados, somos, con una ciencia orientada de otra forma completamente distinta. Esto data de cientos de miles de años. Civilizaciones han ido y venido en el abismo.-
-Dime una cosa: ¿En el abismo tienen fe?-
-Te habrá dicho El Arcángel que la fe es muy peligrosa.-
-Si, fíjate, teníamos fe en ustedes y mira lo que era todo.-
-Eso es lo que no debe volver a suceder.-

Ese día en el planeta Tierra ocurrió algo extraordinario, aunque hay precedentes documentados de que ha habido sucesos parecidos. Una gran batalla se desató en la órbita terrestre. Enormes bolas y cilindros de luz se lanzaban destellos los unos a los otros.
Luego penetraron a la atmósfera, cuando un grupo de luces, aparentemente derrotado, huyó hacia abajo. Nueva batalla de destellos. Enormes destellos de luz multicolor cuando alguno de los combatientes desaparecía. Todo en el mayor silencio.
Luego el grupo derrotado huyó al océano, penetrando el agua por muchos lugares. Todo sin salpicar una sola gota de agua.
Luego, nada.

Apolo había cumplido su misión y Anubis se la había pasado bomba.

El Profeta habló:
-No he estado del todo ocioso, a pesar de la cantidad de interrupciones e inconvenientes de toda índole. He preparado un borrador, trato de reunir los principios filosóficos fundamentales alrededor de los cuales construiremos la nueva humanidad. La Nueva Jerusalén. Es solo un borrador, pero es lo que hay. Debemos elaborar sobre ello.-

PRINCIPIOS FILOSÓFICOS FUNDAMENTALES DE LA NUEVA JERUSALÉN:

La Justicia no existe.

Lo infinito es igual a lo infinitesimal. Como es abajo es arriba.

La partícula más pequeña es espiritual y viceversa.

No existen espíritus individuales. El Espíritu es uno y único.

Existen solo consciencias individuales. Estas son temporales.

En el Universo Temporal, lo más parecido al espíritu es el tiempo, y lo más cercano.

El Universo tuvo su momento de Creación: la Creación del tiempo en el punto de la singularidad.

El propósito de la Creación del Universo Temporal es dotar al Espíritu de Consciencia a través de los seres vivos. El Universo inevitablemente lleva a la vida. La vida lleva inevitablemente a la consciencia propia de existir, de ser.

Como traspasar esta consciencia, de los seres vivos y temporales, al Espíritu Único y Eterno es todavía un misterio.

Pero, por definición, si el Espíritu es eterno, es porque está en eternidad, sin tiempo; luego, si se efectúa el traspaso, ya se efectuó “antes”, y siempre se efectuará. Quizá esto último sea lo más importante.

El Espíritu Único y Eterno no es un concepto de “Dios”, es impersonal e “inconsciente”.