martes, 9 de julio de 2013

Pasar Ángeles

Último texto escrito por  mi padre, Alberto Rodríguez Picón, el 3 de julio de 2013. No sabemos si era su intención que fuera publicado como entrada de este blog, pero lo suponemos.

De pronto un día las cosas pasan, como un ángel, sin uno darse cuenta. También un computador que no quiere funcionar como de costumbre y no permite la comunicación con el resto de la humanidad, fluida, como de ser.
El origen de esas interrupciones diabólicas es quimioterapéutico e inevitable, bajo pena de muerte. ¿Qué tal?
Si cuando las cosas pasan, las lleva un ángel, en caso contrario no podrían moverse y avanzar. Todas las cosas pasarían hacia atrás y estaríamos siempre en estado de confusión. La presencia de un ángel garantiza la aclaratoria de lo que ha pasado.

Esto sucede porque estamos empeñados en estar rodeados de seres celestiales, queremos ser ángeles, inevitablemente llegaremos a serlo, así las cosas siguen fluyendo. Somos lo que fluye.