Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una
Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos.
Señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.
Así que presten atención.
He tenido una visión. En las visiones no se ve nada, se siente. He sentido una visión abrumadora. Una sensación total. Somos una especie despreciable, merecemos algo como un diluvio, díganme que no si se atreven. Siete mil millones de imbéciles, avaros, depravados, homosexuales, envidiosos, criminales, deseosos de sexo con niños, resentidos, malagradecidos, olvidados del dios que no existe y más, mucho más. Dígame si no es así.
Me siento bien, lo he dicho y, falta por decir.
Durante la visión pensé que moría, infortunadamente no fue así, solo sentí todo muy claro. Demasiado claro. No se arrepientan, no vale la pena.
Sin más a que hacer referencia,
Su Profeta de siempre.
Yo