Quiero pedir excusas de antemano, porque el blog de esta semana no me sale bien. No tengo inspiración. Tengo una arrechera sublime. He comenzado a escribir esta entrada varias veces, la he borrado igual número de veces, he comenzado a creer que no podré completarla, quizás en realidad no pueda. Me siento muy emocional. Varias veces he llegado inclusive a las lágrimas, solo para ver que lo que había escrito era una aberración. He escrito párrafos llenos de insultos que después me han avergonzado. He escrito comentarios llenos de racismo, que rechazo plenamente. No logro escribir una frase que me parezca bonita, y no lo estoy logrando ahora. No es que yo tenga habilidad para escribir cosas demasiado poéticas, solo quisiero que me gusten a mi, pero además este tema me resulta imposible.
Me doy cuenta que me afecta mucho. Me duele demasiado ver la isla, que yo considero mi refugio y mi esperanza, obligada a recibir personajes tan deleznables. Me da miedo perderla. Ahora comprendo que es parte de una estrategia diabólica. La estrategia consiste en sacar de ti los sentimientos más bajos: odio, racismo, rabia. Es una estrategia militar de provocación, con el objeto de que actúes equivocadamente y te conviertas en un blanco fácil, es demoníaco. Los enemigos a que nos enfrentamos son muy ladinos. Quizá he logrado por fin no caer en la trampa, pero me han herido varias veces, en realidad han logrado que yo me haga las heridas yo mismo. Sigue sin gustarme lo que estoy escribiendo, pero por lo menos he logrado dominar la ira, sin que ella me domine a mí. No estoy inspirado, estoy solo disgustado. El título que le he puesto originalmente a esta entrada demuestra lo cerca que estuve de caer en la trampa. Afortunadamente me arrepentí a tiempo. Quizá fue la magia de la isla que me salvó. Por lo menos no tendré que arrepentirme de haber escrito esto. Me estuve haciendo daño yo mismo, azuzando al odio y al racismo. Pensé que iba a ser muy fácil porque tenía sentimientos muy fuertes sobre el tema, pero esos eran precisamente las armas del enemigo. Tampoco me provoca decir chistes ni burlarme de la situación, esto es algo muy serio, mucho más de lo que parecía a primera vista.
¿O será que me estoy autocensurando? Siempre es posible, nunca se sabe.
Acabo de borrar un párrafo muy largo lleno de insultos racistas, afortunada mente ya lo borré. Casi que me derrotan. Pero no lo han logrado. Tampoco lograrán que me calle, esta reunión que llaman cumbre, es una reunión de asesinos, y los que quizás no lo sean directamente, lo son por complicidad. Es un insulto a nuestro gentilicio. A nuestros antepasados, a nuestros hijos. Gracias a la serenidad del mar no he caído tan bajo como ellos. Pero no se puede callar, en realidad se debería actuar, y con fuerza, justo lo que yo no tengo. Tampoco siento que tenga fuerzas para escribir mucho más esta vez, ni para mi filosofía barata. Por lo menos puedo decir que me he vencido a mí mismo, que es en realidad lo único que uno puede hacer, y que no he caído en la trampa. Pero no se puede callar.
Recordemos la frase de Don Miguel de Unamuno: "A veces el silencio es la peor mentira".
También recordemos la frase de Antonio Machado a la muerte de Don Miguel: «Señalemos hoy que Unamuno ha muerto repentinamente, como el que muere en la guerra. ¿Contra quién? Quizá contra sí mismo».
Si hubieran visto la cantidad de disparates que escribí al principio. Quería hacer que la tierra temblara, que corriera la sangre y las lágrimas, justo lo que ellos querían.
Pero hemos vencido. Me he vencido.
¿Sabía usted?: Los beduinos han sido, y son, los principales mercaderes de esclavos negros de África continental.
Ahora, a otra cosa.
Como decíamos ayer...
No pude seguir leyendo el llamado Antiguo Testamento. En realidad no pude pasar del Génesis sin vomitar. El cuento del árbol de la vida, Génesis 3.22, es absolutamente inaceptable. Afortunada mente ese libro es un fraude escrito anónima mente. Yavé es un fraude, no es Dios, ni siquiera es un demiurgo. Al menos no es el Ceador del Tiempo que yo imagino. Si lo fuera, no quedaría más remedio que unirse a la rebelión angelical de satán.
No pude seguir leyendo el llamado Antiguo Testamento. En realidad no pude pasar del Génesis sin vomitar. El cuento del árbol de la vida, Génesis 3.22, es absolutamente inaceptable. Afortunada mente ese libro es un fraude escrito anónima mente. Yavé es un fraude, no es Dios, ni siquiera es un demiurgo. Al menos no es el Ceador del Tiempo que yo imagino. Si lo fuera, no quedaría más remedio que unirse a la rebelión angelical de satán.
Del Nuevo Testamento no hablo, aunque sospecho, al igual que mucha gente, que ha sido completamente tergiversado. Soy un fiel admirador de su personaje central. Señor, perdón a nos como perdonamos.
Mi amigo Saulo está implicado en la tergiversación.
Se comenta que Constantino ya está imputado en la corte celestial. SPQR
Vale.
PD: No acostumbro a escribir post datas, pero les digo. La primera foto es en el interior de la carpa del beduino, la carpa, ayer viernes, estaba instalada en la piscina del Hilton (no dentro de). Los personajes los reconocerán. El de corbata es aparentemente un esclavo traductor. También aparente mente, el beduino se fue a pernoctar a un rancho de chana (¿cual? ¡no sé!). Debo confesar que, a manera escapista, ayer me dediqué con entusiasmo a la actvidad acostumbrada en estos casos aquí en esta pequeña Ibizuela: Actividades orgiásticas inconfesables.