Si desean sentirse buenos, reunirse en familia, intercambiar regalos, adquirir un determinado espíritu que todos entendemos, no deberían esperar el solsticio de invierno del hemisferio norte: la fiesta del nacimiento del nuevo Sol Invictus y el banquete mitráico.
Jesús es indudablemente un personaje histórico innegable, al menos el Jesús que preocupó a los sacerdotes del templo, al menos el Jesús de conducta rebelde que no gustaba a los administradores romanos. Por lo tanto debe haber nacido, y como todo nacimiento, es justo celebrarlo. No fue un 25 de Diciembre, ni la víspera, eso también parece ser un hecho histórico.
Pero está bien, el “cristianismo” y el culto a Mitra, son dos religiones mistéricas. ¿O no son un misterio la Trinidad, la Eucaristía, el nacimiento de virgen y la resurrección desde la muerte? Aquí lo único que no es un misterio es el solsticio de invierno del hemisferio norte del planeta Tierra.
Si queremos celebrar el nacimiento de un niño que al crecer preocupó a los sacerdotes del templo, por favor háganlo todos los días, no solo el solsticio de invierno. Porque ese nacimiento estuvo bien y todavía lo recordamos.
Feliz Navidad.
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